9/11 Ataque terrorista suicida

 

9/11 Ataque terrorista suicida

Autora: Martina Miranda 

Este 11 de septiembre se cumplirán 21 años de este terrible ataque en los Estados Unidos. El 11 de septiembre de 2001 pasó de ser un día lindo a uno de los más trágicos de Estados Unidos.                                                                                                                                                     Aún lo recuerdo como si fuera ayer cuando estaba de vacaciones con mi familia e íbamos caminando cerca de la Torre. Casi 20 extremistas islámicos secuestraron 4 aviones comerciales, estos terroristas iban con sus túnicas, encapuchados, con muchas armas y muchas balas de recarga. “Era un día muy bonito, son las elecciones en Nueva York, es un día claro, un día tranquilo” le comentaba France William Rodríguez a mi madre, él trabajaba como conserje en la torre norte World Trade Center. En las noticias mostraban cómo había ocurrido todo este suceso. A las 8:46 a.m. los terroristas encapuchados suben al vuelo 11 de American Airlines, en el cual iban abordó 76 pasajeros, tanto hombres como mujeres, niños y bebés, 11 miembros de la tripulación, el piloto, copiloto y azafatas, los cuales iban todos con su uniforme como un día cualquiera, en este mismo avión iban 5 terroristas armados de pies a cabeza, según los relatos que cuenta la gente todos los pasajeros gritaban por ayuda, los niños y bebés lloraban desconsolados todos sabían que algo malo estaba a punto de ocurrir, fue ahí cuando con mi familia sentimos un gran estruendo, el avión se estrelló entre los pisos 93 y 96 de la torre. Desde abajo se veía mucho humo y fuego salir, se escuchaba como la gente que estaba dentro de la torre gritaba aterrorizada, al igual vi a muchas personas lanzándose de las ventanas para escapar, pero esto no salía bien, ya que la altura era demasiada, era una muerte segura.

El bombero George Díaz nos comentaba que se encontraba en la estación cuando ocurrió el segundo impacto y es ahí cuando se da cuenta de que todo era a propósito, hoy en día él debe tener 64 años, creo que aún sigue como bombero lo hace porque es su vocación, se preocupa por el bienestar de los demás. Con mi familia creíamos que lo peor ya había pasado, pero es ahí cuando el vuelo 175 de United Airlines a las 9:03 a.m. se estrellaba con la torre sur, este avión viajaba con 51 pasajeros, nueve miembros de la tripulación y cinco terroristas. El bombero Díaz junto a todos los miembros de la estación empezaron a entrar a las torres para poder rescatar a la gente que más se pudiera, se escuchaba como él gritaba que “había mucha gente golpeada, necesitamos ambulancias ahora ya, también necesitamos las mascarillas y guantes”. Había demasiado humo y los bomberos no podían hacer mucho sin sus implementos, inhalaban demasiado humo, lo cual les provocaría una falla respiratoria.

William Rodríguez vivía en carne propia el pánico y el terror en la primera torre impactada. En la entrevista que dio decía que “justo ese día había llegado más tarde de lo usual, cuando se estrelló el avión”, Rodríguez se encontraba en el sótano, donde siempre solía estar junto a todas las llaves que habría las puertas y los ascensores, lo cual hizo que pudiera salvar muchas vidas. El muy apenado y traumatizado contaba su relato de cómo habían ocurrido las cosas. “Todos los marcos de las puertas se trabaron, porque cambió de posición el marco y por eso mucha gente se quedó atrapada, lo mismo ocurría en las oficinas”, por eso era tan importante la llave que él tenía en su poder, la llave maestra que salvo cientos de vidas. Este gran acto lo hizo ganar el premio al héroe nacional del senado de Puerto Rico.

Yo lo único que quería era ayudar, pero era imposible, no había implementos y en cualquier momento podía venir otro avión, lo que decidimos hacer con mi familia fue tener agua y comida para los bomberos porque sería un largo día, los bomberos salían espantados y aterrorizados por todo lo que estaba pasando allí dentro de las torres parecía algo irreal. Salían diciendo que mucha gente intentaba salir por los ascensores, porque era su salvación, pero quedan atrapados allí. 

El bombero Rodríguez hacía relevo con otros bomberos para descansar y poder beber agua, mi padre le pregunta que cómo está la cosa allí dentro. Se notaba que él estaba mal, porque no era mucho lo que podían hacer, y lo único que él quería lograr era salvar a todos los que estaban allí. “La gente que está atrapada en los elevadores no las podemos ayudar, están sufriendo allí dentro, probablemente se están quemando, los gritos de la gente son aterradores, al explotar el avión y los millones de litros de combustibles, la bola de fuego bajo por el ducto central de los ascensores y se esparce por muchas partes, es imposible detener el fuego”, le comentaba Rodríguez a mi padre. 

Pasaron exactamente 34 minutos cuando a las 09:37 a.m. el vuelo 77 de American Airlines se estrelló con la sede del pentágono en Washington, este era conocido como el corazón del poder militar. En este avión iban 53 pasajeros, 6 tripulantes y 5 secuestradores. Este avión se estrelló justo en un lugar que estaba en reparaciones y ahora que lo pienso saque algunas teorías, y ¿Si el presidente George W. Bush sabia todo lo que estaba a punto de ocurrir? ¿Y si el gobierno también sabio del atentado y no quisieron hacer nada para impedirlo? ¿Si estados Unidos provoco todo esto? Nunca sabremos la verdad, quizá en las torres había información secreta y la única manera de ocultarla era provocando algo que todo el mundo creyera que fue un atentado, porque yo estuve muy cerca y a medida que las torres se derrumban parecía un derrumbe controlado.

Lo peor no es solo eso porque hay un cuarto avión involucrado, solo seis minutos después a las 10:03 a.m. el vuelo 93 de United Airlines cayo contra un campo en Pensilvania. Este iba con 33 pasajeros y 7 tripulantes, que horrible sensación debe haber sentido la gente que se encontraba dentro de estos 4 aviones. Muchos de los rescatistas que estuvieron, pasados unos años contaban sus historias, muchos quedaron traumatizados con este fatal acto, con la sensación de no haber podido salvar a más personas, fueron muchas las personas que murieron inocentemente el día 11 de septiembre de 2001. Ya han pasado dos décadas lo cual puede parecer mucho tiempo, pero para las personas que perdieron a sus seres queridos no son un caso olvidado, hasta la fecha se exige justicia y transparencia. Muchas veces los gobiernos mueven las piezas del ajedrez haciendo un jaque mate a todos los ciudadanos y nos mienten, jamás sabremos la verdadera realidad de los acontecimientos, pienso firmemente que algo ocultaba el gobierno dentro de las torres y por eso planearon todo, pero no tenía que pagar gente inocente por problemas que se les escapa de las manos al gobierno.

Fue una experiencia aterradora, pero han pasado los años y lo he superado, que tristeza por la gente que perdió seres queridos, lo único que espero es que se haga justicia y las verdades salgan a la luz.

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