Los Tres Disparos

Catalina Flandez. 

 Lo que ocurrió esta tarde no tuvo precedentes, gente así no debería estar libre por las calles, el atacar a seres indefensos es el acto más cobarde que he visto. El 23 de junio de este mismo año ocurrieron escenas las cuales no merecían ese final, me tuve que ir a trabajar con 2 compañeros a la casa de la señorita Magdalena Gacitúa, en una tarde como cualquiera, se estaban haciendo reparaciones en la parte posterior de la casa de la señorita, su madre estaba presente en la casa en ese instante, con ella se encontraban los caninos más adorable que una persona podría conocer, entre ellos siempre se destacaba Magnus, perro regalón de la familia, juguetón y alegre. En un lapso de tiempo todos se encontraban en lo suyo y no supimos como pero, Magnus cruzó al patio de al lado. De repente se escucho un disparo, como acción instintiva nos agachamos, luego fuimos a ver que ocurría, ya que el ruido venía del patio del vecino, nos acercamos a la cerca y pudimos visualizar a Magnus recostado en el pasto con tres disparos cerca de su pecho, desangrándose, se podía notar que ya no respiraba y que estaba sin vida. Su asesino era Jorge Vio, dueño de aguas Pirque. Lo encontramos con el arma y sangre en sus manos del pobre animal, quise ir a buscar a Magnus, pero el contestó de forma muy irónica que si entraba a su casa me iba a pasar lo mismo que el perro, quise tranquilizar al hombre aclarando le que no iba a cruzar y que dejara de apuntarme. Minutos después llegó Magdalena, ya que se encontraba de compras, entró por la puerta delantera de la casa preguntando donde estábamos, luego, se dio cuenta que nos encontrábamos en el patio y nos preguntó que hacíamos en la cerca y porque teníamos esa expresiones en nuestros rostros. Su madre la apartó por un segundo y le contó lo sucedido, ella como reacción normal rompió en llanto y preguntó dónde estaba el cuerpo de su mascota, le dijimos que el vecino no nos dejaba acceder al jardín, ella de inmediato llamó a la policía, tratando de mantener la calma. Cuando pudo entrar a rescatar a Magnus ella vio el rostro del sujeto, dijo que se le notaba una sonrisa, casi un psicópata conviviendo al lado de la señorita y ni cuenta se dio. Claro está que la justicia no tomó cartas en el asunto y este sujeto sigue libre en la comunidad de Pirque, siendo un peligro para más seres indefensos como lo era Magnus. 

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