Un sistema envenenado

 Cristóbal Montoya Sanhueza

Era un día de semana como cualquier otro, en el mismo colegio, cocinandole a los mismos niños, ocupando los mismos procedimientos y recetas... No paraba de preguntarme ¿ Qué hice mal?. Llevo más de 18 años sirviendo a esta institución, he visto muchísimas generaciones egresar de acá. Algunos colegas, incluyendome, sentimos que le cocinamos a nuestros propios hijos y por nada del mundo les causarimos algún tipo de mal. Este mes llegaron dos ayudantes de cocinas y un stewear para que funcione más rápido el siestema. Yo no soy una persona superficial entonces no me guió por las apariencias de las personas. Desde un comienzo nunca quice pensar mal de ellos, eran los 3 unos jóvenes muy decentes y altos de ojos claros, casi parecían ser ángeles ya que eran de los más amable que había llegado a esta cocina. Pasé tantos momentos buenos con los tres que hasta un momento pensé en poner mis manos al fuego por ellos. Eran unidos pero siempre llegaban en horarios diferentes, solo el día después del incidente fue que llegaron los 3 al mismo tiempo con la mirada hacia abajo y casi mudos. Esa fue mi primera sospecha y como jefa de cocina y encargada del suministro de alimentos deje mis ollas a fuego lento para dirigirme silenciosamente a sus casilleros. No había duda para mi que ellos eran los culpables del envenenamiento ocurrido el día anterior y para mi sorpresa en el casillero que compartían los jóvenes encontré veneno de ratón y tantas pastillas que ya olvidé su nombre.

Ya una vez armada de valor fui a encarar a los jóvenes y pedirles una justificación. 
 
Dia de la tragedia. 

No me caía en la mente como unos jóvenes tan alegres y serviciales serían capaces de hacer semejante acto de maldad... Conmigo no quisieron decir niuna palabra hasta que llegaron las autoridades y tomaron represalias contra los psicópatas. 

58 niños fueron intoxicados en el colegio de Cali "San Cayetano" en el barrio Alfonso López etapa 2,al oriente de la ciudad

Los jóvenes fueros diagnósticados con gastroneteritis y hasta la fecha 6 niños siguen en estado grave con problemas estomacales.

El trío de malandrines confesó con las autoridades que trabajaba para el cartel de Cali el cual muchos creían disuelto, el fin de su misión era envenenar a los jóvenes del recinto los cuales eran hijos y sobrinos del presidente, senadores, jueces y y muchos más cargos que compartían los padres de los niños afectados. Todo se trataba de una venganza tanto como advertencia para todo aquel que se atreva a interferir con sus negocios de narcotraficantes. Una desgracia que dejó a muchas almas afectadas... Ahora enviaron a dos jovencitas a trabajar y siento mucho miedo por lo que pueda pasar el lunes, quizá los niños ya no quieran comer o peor aun... Ya no querrán venir al establecimiento. 


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